jueves, 27 de mayo de 2010

La Leyenda del Beso



El 1 de mayo de 1835 Antonio López de Santa Anna llego a Aguascalientes con 3,000 hombres; se dirigía a Zacatecas con el objetivo de sofocar un levantamiento en contra de su gobierno. Pasaría una noche en Aguascalientes y para ello fue recibido en la casa de Pedro García Rojas, cuya esposa, doña María Luisa Fernández Villa de García, era una mujer famosa por su inteligencia, belleza y elegancia. Durante la cena, doña Luisa explicaba a Santa Anna con gran elocuencia y detalle los infortunios que vivía el pueblo de Aguascalientes ante la opresión del gobierno zacatecano: pobreza, cobros injustos, falta de escuelas, inseguridad, etc.

Dice la leyenda del beso que cuando don Pedro García tuvo que salir un momento a recibir a una persona que lo había visitado, su esposa le dijo directamente al general: “Aguascalientes puede ser independiente, basta que usted lo quiera mi general, que en este pueblo todos lo anhelamos y llegaríamos hasta el sacrificio para obtenerlo”. Santa Anna entonces pregunto: “Hasta el sacrificio?”. La mujer contesto afirmativamente, y tras ello Santa Anna se atrevió a besarla. Cierta o no esta historia, algunas fuentes indican que fue un beso en la mejilla y otras describen un beso apasionado. Cuando el señor de la casa regreso a la escena, doña Luisa le dijo con júbilo que Aguascalientes ya era libre. Al dia siguiente Santa Anna coloco a Pedro García Rojas al frente del gobierno, y tras derrotar a la milicia zacatecana, el 23 de mayo se formalizo la independencia de Aguascalientes.

Fuente: Historia de México , de Juan José Flores Rangel.

jueves, 6 de mayo de 2010

El Sexto Siglo





Sexto siglo, sol azteca, nuestro espíritu se llena de sangre nueva, fresca como el aire de nuestro valle lleno de flores, jaguares y colibríes.

Nuestros guerreros jóvenes y valientes, bravos como las águilas que velan las ofrendas sagradas para nuestros dioses eternos, para nuestras doncellas vírgenes y puras como el agua de los ríos, lagos y lagunas de nuestro dominio, como el cielo que nos cubre aquí en nuestra siempre tierra del tenoch, del aztlan, águila y nopal.

Los caminos floridos con olor a emperador que resurge y grita su poder sobre la tierra aun manchada de sangre, pero fértil como siempre. Y llena de hambre para ser útil. Para ser amada y trabajada como en épocas de gloria, que un día fue.

Vendrán días llenos de sol y nuestra bravura se hará canción, se hará poesía que dirá a las generaciones futuras lo que a vivido. Orgullo de empuñar las lanzas para reclamar la libertad tan negada y lejana hasta ahora. Después vendrán los Dioses y los guerreros hoy callados pero vivos. La luz nos iluminara otra vez y bendecirá el camino de todos tan andado, el mismo que un día nos dio la muerte, ahora nos glorificara con la vida de los nuevos emperadores con ansia de poder.

El tiempo y la lucha tan atrás iniciada rendirá frutos, poniendo a las ordenes del nuevo emperador toda nuestra grandeza de imperio tal cual fue y nos llevara a donde siempre estuvimos, nos unirá otra vez. ¿Reiremos? Si claro que si, reiremos por toda la eternidad y descubriremos cuanto siempre hemos tenido. Nos daremos cuenta que nuestra tierra…. Rica de maíz, rica de todo cuanto se quiera, el cielo nos llenara de sus llantos en abundancia. El valle será un arco iris de vida y de amor para con nosotros los descendientes del 5to sol.

Las serpientes símbolo de lo que somos, de lo que hemos sido y que emblemaza el valor de la tribu azteca la más brava y leal de todas la nunca vencida y siempre valiente, siempre noble. Serpiente emplumada (Quetzalcoalt).

El sol nos dará vida entonces cuando nací. Nuevas esperanzas tuvo la tierra la gran lucha comenzaría pronto. Yo el nuevo caballero águila del siglo XXI. Los dioses no pecan. Solo actúan y castigan, el poder, el 5to sol saldrá de su dominio se quitara la cruz pronto.
La cruz, la estúpida cruz, la que nos impusieran hace tanto tiempo y tan a la fuerza. ¿Cuantos han cargado esa cruz? Siglos y siglos, generación tras generación. ¿Cuánto han sangrado mis pueblos? ¿Cuánto han sangrado nuestras indias? Indias de tierra morena. Nacidas de Ixtlaciuhatl y Cuhautemoc.

La cosecha fue buena, nuestra tribu esta feliz sus danzas llenan la plaza, nuestros guerreros descansan y preparan armas para la batalla final. Nadie nos dirá que hacer en nuestra plaza no mas el permitir influencias sobre estructuras, nuestros palacios son bonitos por ser nuestros. No necesitamos ni cruces ni columnas.
Empuñen lanzas preparen escudos y a la lucha. Los campos, la sangre, la profecía triunfara. ¿Que cruz nos toco cargar?

Comenzaremos por la española, perra cruz de cinco siglos más pesada que la suerte de nuestros ancestros, nos profesaron perdón con su pinché religión con la palabra en la boca y en las manos pistola y espada, perros conquistadores con las ganas querían santificarnos pero con sus hechos violaban a nuestras indias y saqueaban nuestras riquezas. Pero ni con todo y eso acabaron nuestro espíritu bravo, hijos del jaguar y águila.

Hoy puedo levantar mi frente y gritar, ni tu pinché cruz, ni tu dios nos dan la paz. La utopía esta muy lejana y el dios de la España real es blanco, como los reyes católicos. Y nosotros somos como tierra morena y fuerte como la piedra, nuestra águila surcara los cielos una vez mas con su plumaje rico de color. Lo hará una y otra vez y muchas veces cuantas la necesite para sentirse dueña del territorio que vuela. Hoy lloverá en el valle sagrado. Hoy nacerá vida de la tierra y sé vera volar al colibrí. Mañana abra frutos de vida para los nuevos guerreros. Para los nuevos soldados del 5to sol.

La sangre se volverá rió y luego será la prueba de nuestra lucha contra la cruz. Porque mis dioses están vivos y claman venganza contra quienes nos destruyeron y nos oprimen.

Después de la lucha seremos libres para gozar de nuestro cielo, de nuestros valles y de nuestras montañas por el resto del tiempo que nos marca el calendario. Seremos capaces de sacudirnos los pesos de nuestras espaldas de sacar de golpe lo que nos ata a la cruz de la española.

Por otro lado sentir rabia de como a través de la cruz se nos manipula con imágenes irreales, nada contra nadie sino contra el pueblo mismo, pero los pocos soldados que tenemos con hambre de victoria triunfaremos. Sobre y contra la ignorancia que destruye al pueblo, a la tribu brava y noble.

Todos nuestros dioses hacen fuerza por nosotros por los últimos y más valientes guerreros aztecas. Pagaremos con muerte y sangre si es necesario pero tenemos que ser unos guerreros de ejércitos triunfadores para ver de frente a nuestro próximo emperador que estoy seguro vendrá con la lanza y el escudo para ser nuestro líder y para llevarnos con él a la tierra ya nuestra y conocida que nos espera para vivir en ella y disfrutar de las cosas que nos depara el sexto siglo ya sin cruz, ni dominio. Con nuestros mismos dioses de antes de la conquista, libres de traidores y enemigos. Pero si los hubiese que mis dioses me den valor y fuerza para matarles con mis lanzas benditas por el agua de los ríos del valle sagrado y así mientras pueda soñar con la resurrección del espíritu azteca y tratare de quitarle a mi pueblo las cruces que lo tienen en la opresión, para que enfrenten con mucho orgullo nuestro “SEXTO SIGLO’’.