domingo, 26 de julio de 2009

Del desesperado deseo de morir




Cuando el hombre se vuelve el demonio de sí mismo, no lo hace por deseo propio, sino por la necesidad que tiene de sacar de sus propias entrañas ese espíritu salvaje y humano, esos vicios que ha tenido desde siempre y otras tantas cosas que lo llevan a los limites de su propia razón.

De nosotros los humanos como especie dominante sobre las demás se ha dicho mucho, o más bien nosotros hemos dicho mucho sobre nosotros mismos. Pero ¿somos nosotros realmente una especie dominante? O solo somos una de tantas especies... eso nos hace pensar que si la evolución lleva a una especie e ser mejor quizás con nosotros (los humanos) esa ley no aplicase.

1 comentario:

Silver dijo...

Sin duda la raza humana es una de tantas especies que conviven en este planeta y como hasta ahora no se ha encotrado la manera de comunicarse de manera directa con las no sabemos como se ven ellos dentro del mundo, igual y cada especie cree que es la dominante.